La creatividad es una habilidad que nos permite adaptarnos a un mundo en continuo cambio. Está íntimamente entroncada en nuestra biología, y eso nos permite entrenarla, igual que cualquier otra parte de nuestra mente y de nuestro cuerpo. ¿Se puede entonces aprender a ser más creativo? Por supuesto! Un conjunto de estrategias básicas, que aprovecha la potencia de las analogías como motor de pensamiento, y su similitud con la forma en la que se genera la enorme diversidad de organismos vivos en nuestro mundo, nos puede ayudar a ello.